Historia
Historia de nuestro gremio
No es difícil imaginar que, la combinación de tan nobles materias como harina, aceite y sal en forma de masas fritas, ha de perderse en la noche de los tiempos. Lo que no parece tan fácil, es saber cómo y cuando surgió su comercialización y, como consecuencia directa, nuestra profesión.
En la provincia de Barcelona, alrededor de los años cuarenta, los que se dedicaban a la profesión de churreros, sintieron la lógica y humana necesidad de reunir-se, de cambiar impresiones, de comentar los problemas, las dificultades y también las satisfacciones inherentes de su actividad.
En un principio lo hacían en el desaparecido «Café Olimpia» del Paralelo barcelonés. Eran tiempos realmente difíciles – la falta de materia prima, además del estraperlo – que superaron con imaginación por lo que hemos de considerar, pioneros en la fundación de nuestro Gremio, en un principio, un grupo de churreros. Pero nuestro Gremio nace realmente en la tristemente famosa era de las cuotas para la obtención de materias primas. Entonces surge la necesidad, o mejor dicho, la obligatoriedad de sindicación para obtener las comentadas cuotas. Nuestro Gremio se encontraba en el edificio de la Organización Sindical de Via Layetana. Todo y la precariedad de la situación y la escasez de medios, la dedicación y buen hacer que siempre han hecho gala todos aquellos que a lo largo de estos años han formado parte de las diversas Juntas Directivas, han contribuido de forma decisiva a que el Gremi de Xurrers, adquiriera la mayoría de edad. Nuestro agradecimiento a todos ellos.
Ya modernamente, y con la disolución sindical, surge la necesidad de una nueva y autentica sede social. Desde el año 1978, y gracias a la aportación de todos los agremiados, y la desinteresada colaboración de una casa comercial ligada a nuestra profesión, esto es una realidad.
Con los nuevos tiempos y sus consecuentes nuevos problemas, se cree conveniente – sin perder la propia personalidad – asociarse a entidades de mayor ámbito, como son el Consell de Gremis de Barcelona.
Posteriormente, y con la intención de cubrir una necesidad latente, el Gremio amplía su campo de acción a toda Cataluña. Su nueva denominación será Gremi Artesà de Xurrers de Catalunya que es la que mantiene hoy día.
Origen de los churros
Dada la antigüedad de los ingredientes (harina, agua, sal) y lo sencillo de la receta, es lógico pensar que el origen de los churros se pierde en la noche de los tiempos. Ya en el antiguo Egipto encontramos las primeras muestras. En las escenas de panadería dela tumba de Ramses III (1148-1153 a. C.), se ve la elaboración de un producto en forma de espiral en lo que parece una sartén alimentada por un fuego. Lamentablemente estas representaciones en forma de frescos se ha perdido y conocemos su existencia gracias a dibujos realizados antes de su desaparición.
Son posteriormente en las expediciones de Europa sobre el siglo XIV al XVI al lejano Oriente, cuando aportan el conocimiento de la fritura de masa de harina en aceite.
En China se le denominaba «Youtiau», que significa demonio frito en aceite. No queda claro si fue Marco Polo quien los trajo desde China a finales del siglo XIII, o fueron las posteriores expediciones de China a Portugal en 1513 quienes los introdujeron en la Península Ibérica. Lo que sí que parece claro es que fueron los portugueses los que les añadieron azúcar a los churros y les aportaron la característica forma de estrellada.
Desde entonces catalogamos al churro como una base de harina de trigo cocinada en aceite de las denominadas «frutas de sartén» con origen como tal, en la Península Ibérica.
El churro recibe su nombre por el supuesto parecido con los cuernos de la oveja churra, una raza originaria de Castilla y León Hoy en día podemos encontrar productos muy similares en países árabes, lo que hace pensar en ese origen, común y ancestral, asociado a la cultura mediterránea.
Productos típicos libaneses como el «Mushabbak» y el «Oo’waymat», cuyo parecido con nuestras porras y buñuelos es significativo.